jueves, 23 de septiembre de 2010

Sobre el Mate...


El mate.


Una simple infusión, con sabor inconfundible que, incluso, si uno lo degusta seriamente, encuentra que no es rico, tampoco feo: es sólo mate.

… Esa es la cuestión, aunque nos hagamos los distraídos, el mate devela una gran verdad; el sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores:

v Es solidaridad, de bancar esos mates lavados porque la charla está buena; la charla, no el mate.
v Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar; vos hablás y yo tomo y viceversa.
v Es la sinceridad para decir bien, ¡basta, cambiá la yerba!
v Es el compañerismo hecho momento.
v Es la sensibilidad del agua no hirviendo.
v Es el cariño para preguntar, estúpidamente, está caliente, no?
v Es la modestia de quien ceba el mate mejor.
v Es la generosidad de dar hasta el final.
v Es la hospitalidad de la invitación, ya sea alfombra de tela o de pasto.
v Es la justicia de uno por uno.
v Es la obligación de decir gracias, al menos una vez al día.
v Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir un mate que, queridos amigos,
ahora sabemos que no es sólo un mate…
v